jueves, 28 de febrero de 2008

Graduación de Brisas del Sur.


Durante la tarde de este jueves 31 de enero, habitantes de la comunidad de Brisas del Sur se unieron para celebrar el éxito del primer curso de tecnología informática que llevó hasta ese sector el proyecto Compubus, que desde hace unos meses desarrolla la Universidad Católica Andrés Bello.

El Compubus se ha convertido en un proyecto de carácter social de la UCAB Todo comenzó como una simple idea que, gracias a la iniciativa de hombres y mujeres emprendedores y a la colaboración de varias instituciones, se volvió una realidad. Ese proyecto, que durante la tarde de este jueves terminó de dar sus primeros resultados no es otro que el simpático Compubus, sueño impulsado por el departamento de Proyección la Comunidad de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Guayana. La idea del Compubus fue llevar a las comunidades más necesitadas de la ciudad y a sus instituciones educativas, conocimientos sobre el maravilloso mundo de la informática de un modo práctico.

¿Qué mejor manera de hacerlo, entonces, que con una unidad móvil que tuviera en su interior computadoras, un ambiente acondicionado y, sobre todo, un cálido personal humano? Obviamente, no existía otra posibilidad. Hoy, ya el Compubus se perfila como una de las iniciativas de mayor importancia dentro del ámbito educativo y social de la región, mientras que las comunidades celebran esta excelente propuesta. Un acercamiento con la tecnología Danny Franco es una de las personas que asumió la responsabilidad de conducir el destino del Compubus para el bien de aquellos que se beneficiarían con el proyecto.

Como profesor y coordinador de la misión, no pudo esconder la emoción que suponía que durante la tarde de este jueves muchos recibieran el certificado que los acreditaba como personas capacitadas en el área de la informática.
“Hoy hicimos la entrega de certificados por la culminación del curso de computación. Este es un proyecto de la UCAB que consiste en la capacitación tecnológica para los sectores populares”, explica.

La primera etapa de trabajo del Compubus fue distribuida en dos sectores: Toro Muerto y Brisas del Paraíso.
En el primero, los escolares tuvieron la oportunidad de trabajar con la unidad, mientras que en el segundo fueron los adultos quienes asumieron el protagonismo.
“En Toro Muerto lo que hicimos fue una especie de reforzamiento académico a través de la tecnología. Por ejemplo, les dábamos apoyo a las maestras con presentaciones en Power Point. Generalmente, los niños no necesitan este tipo de cursos, porque le enseñas dos y tres cositas y ellos comienzan a explorar; en cambio, los adultos sí necesitan más entrenamiento”, explica.

Labor plausible Todos aquellos que reciben la capacitación en el Compubus lo hacen de manera gratuita, dado el carácter social y desinteresado de la idea, explica Franco.
“Aquí los cursos se dictan de manera gratuita, gracias al departamento de Proyección a la Comunidad de la Universidad. En total, tuvimos 32 personas con edades que iban desde los 20 hasta los 8 años”, destaca.
Así, con ocho computadoras dentro del vehículo, 16 alumnos por clase, y los infaltables orientadores, fue posible llegar a esta sencilla pero grandiosa meta.
“Esta idea fue una iniciativa de Cristina Niklas, Adriana Lanz, Alfredo Rivas Lairet, y Rafael Estrada, entre otros que se entusiasmaron con el proyecto de tal manera que fue posible llevarlo a cabo”, agrega.

Hoy, varios alumnos, profesores y voluntarios se encuentran comprometidos con el proyecto, y muchas comunidades de Guayana conocerán muy pronto el beneficio que esta magnífica idea les ofrece. Eso también se encuentra contemplado, y el sueño se hará realidad más temprano que tarde.

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http://www.correodelcaroni.com/content/view/88843/1/